Suena..

Giorno 1 (...)


 Lo vi.



Lo vi de lejos. Poco más de un mes había pasado desde la despedida. Si aquella despedida pudiese describirse carecería de lógica.

 Vista desde mis ojos, el adiós no fue en el aeropuerto, todo empezó días antes, meses antes cuando pensaba en lo que vendría. A penas me despegué de el los días anteriores, pero fue la noche del 15 de septiembre cuando me di cuenta de que aquello era inminente. No dormí, el tampoco y poco antes de las 3:30 de la madrugada estábamos desayunando ( un desayuno falso, ya que ni habíamos dormido ni tampoco eran horas..). No era un viaje muy largo hasta el aeropuerto pero hubiese querido que aquella carretera se hiciese interminable. Cargado de maletas y de ropa llego a la puerta de embarque después de otro desayuno (esta vez a horas más de desayuno,típico español) y todo el tiempo que quisiese haber podido pasar con el se iba a resumir en un largo abrazo y algún que otro beso. Se fue. No fue un buen día el que vino, ni ese ni muchos pero ya se había ido.

Visto desde sus ojos creo que fue algo así como... Falta 1 mes para empezar el erasmus.. falta 1 semana para llegar a Roma.. faltan días para marcharme.. No voy a dormir,¡¡ mañana empieza lo bueno!! El halo de alegría que lo rodeaba esa mañana podría haberlo llevado a Roma sin necesidad de subirse al avión.

Y siendo objetiva, desde una visión mutua aquello nos alegraba y nos entristecía a los dos...

Pero todo aquello era parte ya de la aventura. El ya había llegado y yo seguía viva después de la primera toma de contacto con Alemania y mi erasmus. Todo aquello da igual. Solo estábamos a unos 10 pasos de dejar que la distancia se tomase unas buenas vacaciones.
Fue un buen  recibimiento,un buen reencuentro. Parecía que hubiese pasado más tiempo, me pareció más alto y su rostro esbozaba muecas que no recordaba.
Era el mismo de siempre, poco tiempo tardó en empezar a contarme 1000 historias que se aglomeraban una sobre otra . Parecían divertidas pero la verdad que no atendí a penas a nada de lo que me contaba.
Fuimos directos a su casa erasmus ( pseudo-pocilga sería la descripción que mejor la describía en las fotos que había visto hasta el momento).
La verdad es que no recuerdo muy bien si aquella vez tomamos el metro y luego un autobús o directamente este último. De todos modos no puede pasarse por alto el transporte en Roma. ¡El metro romano! solo 2 líneas de metro "acercan" a turistas y romanos a afueras y centro de la ciudad... más tarde descubrí que sobre esos raíles puedes pasar del mismísimo centro a la playa, en un tren que parece que no vaya a terminar.  Me fascinó viajar en el tren subterráneo. Aquello de que casi toda "fermata" te dejase a los pies de pasmosos lugares como el Colosseo, Piazza  di Spagna o Piazza di Popolo, entusiasmaba, cautivaba, apasionaba era como una sobredosis de historia instantánea.
Marconi era la parada clave (sin querer desbancar a la reina de reinas, Términi). Tardé poco en hacerme con el camino y lo cierto es que ahora podría recorrerlo mentalmente,( sube escaleras, sal del metro, tuerce a la izquierda, de nuevo izquierda tras la gasolinera, sube y sigue el camino hacia la derecha, toma el primer camino de tierra a tu izquierda, bajada, mas tierra y árboles, cruza , sube, izquierda de nuevo por Badia di cava y ECO!!) Poco había que caminar hasta su casa desde allé, pero aquello no encajaba en mi idea de la ciudad eterna. Era como si nunca me hubiese imaginado que Roma tenía algo más que calles adoquinadas y monumentos.

Pero retomando la historia, tornaré al recuerdo seguro, y es que si algo recuerdo es que a su calle llegué en autobús...Monstruobús. Que el caos es el anfitrión romano no es nada nuevo, lo nuevo es descubrir hasta el extremo que puede tomarse. Aquel cacharro con ruedas parecía estar al borde del "destartalamiento" entre las calles adoquinadas, el tráfico y aquellos asientos que a penas tenía un segundo de descanso. Era tal el ruido que a penas podía mantener una conversacion de 3 palabras ( NO EXAGERO). Rebotabas, ya podía ir bien agarrado si no quería acabar sentado en las piernas del de en frente. (Mi historia con los Monstruobús fue más intensa con cada día transcurrido en aquella ciudad).

Llegamos.Me encantó el piso. Tenia lo justo y necesario para aquellos 3 estudiantes, el alcohol y la comida corría de su cuenta casi cada día. A penas tuve tiempo de ver el piso y saludar y ya nos teníamos que volver a ver las caras con aquellos chismes con ruedas que no acababan de convencerme (lo cierto es que ahora no me importaría estar subida a cualquiera de ellos con sus numeraciones interminables). No mencioné el ascensor (y me rio al imaginarlo) una puerta de madera custodiaba lo cómico, abrirla suponía verte las caras con dos puertecitas que con el tiempo fueron decayendo de cómicas a cojoneras y como se te ocurriese abrir alguna antes de llegar al destino, el castigo era una parada inminente en medio de cualquier nivel seguido de un paro cardíaco.

Fuimos a Re di Roma a por las entradas para ver jugar a la Roma!!! ( He de apuntar que ninguna de las veces que los vi jugar me obsequiaron una victoria...) Jugaba contra el Milan y parecía un partido importante, los chicos como poco, se veían emocionados y ya con los cánticos aprendidos. ( Vaya forma de vivir los colores solo oyéndolos cantar, camuflados en medio de aquella afición, emcionaba..)
Lo siguiente era la universidad y sus pre notaciones, esta vez llamaba el ocio( como casi casi casi siempre) aquella cola estaba llena de erasmus deseando anotarse a algún jugoso viaje.
2h y media nos pasamos allí...Lo cierto es que no fue el primer día esperado pero no sabía lo que me esperaba, de todos modos comencé a darme cuenta de lo movida que resultaba la vida en Roma, y las quejas de  mi anfitrión tomaban  sentido.

Nos zampamos una pizza cerca del Coliseo los 4, me esperaba algo mejor pero no estuvo mal. Tuve mi primera toma de contacto con Piazza Venezia (impresionante) y de nuevo siguió la lucha con aquellos "autobuses". Esta vez tampoco hubo mucho tiempo para estar en casa...
El chico jugaba, como era de esperar, en el equipo de erasmus.. fútbol..CALCIO!! no podría ser menos. Conocí a futuras periodistas y médicas en las gradas y cuando terminó, empezaba el motivo nº 1 de cientos de erasmus a punto de desatarse... FIESTA.  El recuerdo es mínimo, me ahorro las 2 palabras que puedan describirla... (jaja)  Lo que es seguro, es que esa noche una Peroni y yo, comenzamos una linda y borrosa relación.....



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